A LA MESA CON LOS REYES cuenta cómo nace la gran cocina francesa en la poca de Luis XIV y su corte, y como luego, en el reinado de Luis XV, ésta pasa a ser el centro de la cultura, y se convierte en modelo de las costumbres y la moralidad de la época.
La cocina se seculariza, se aparta de las deidades tutelares que la habían orientado hasta entonces, es decir, de la medicina y la religión. En la mesa ya no imperan las voces del doctor y el sacerdote, sino el gusto. El buen gusto en la comida fluye hacia una forma de regulación colectiva: incluso el buen burgués puede reconocer, ya en los libros de recetas y en los muchos libros de cocina publicados, el derecho a comer bien. Hay un mundo diferente afuera, y la teoría y la práctica culinaria quieren ser su reflejo.