La literatura es un asunto muy serio en el pueblo suizo en el que transcurre esta novela: todos sus habitantes, desde el cura anciano que lleva años redactando sus memorias hasta la muchacha ingenua que fábula cuentos infantiles, escriben y ambicionan, sin éxito, ser publicados. Pero todo cambia cuando el diablo entra en escena disfrazado de editor.
¿Quién no estará dispuesto a hacer un pacto con él con tal de ver publicado su libro? Sólo el rubio padre Cornelius, enviado por la diócesis en ayuda del párroco local, advertirá del peligro de la situación.
Maurensig construye un refinado thriller, una libresca vuelta de tuerca al mito de Fausto y una fábula sobre nuestra sed insaciable de contar y oír historias.
«Cada vez que empuñamos la pluma nos disponemos a oficiar un rito por obra del cual permanecerán siempre encendidas dos velas: una blanca y una negra.»