La duodécima entrega de la célebre serie: Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland. La venta de una propiedad de gran valor da lugar a disputas familiares y se convierte en el móvil de un asesinato. Tras la muerte del señor Ramberg, sus hijos, Julia, Maria y Daniel heredan la propiedad de una granja construida en el siglo XVII que forma parte del patrimonio histórico de Gotland. Maria desea salir de un matrimonio infeliz con un marido alcohólico y Daniel tiene una gran deuda de juego que debe saldar cuanto antes. De modo que contratan los servicios de la agencia inmobiliaria donde trabaja Sanna Widding, cuyo cuerpo sin vida aparece al día siguiente en un pantano. El inspector de policía Anders Knutas investiga el caso junto a su colega, Karin Jacobsson. Pronto varios intentos de asesinato ponen en peligro a otros habitantes de la isla, y todos tienen algo en común: el deseo de vender la prestigiosa granja de Gotland. La isla de Gotland se convierte una vez más en el escenario de un caso de la exitosa serie de Mari Jungstedt, que sigue creciendo y cautivando a más lectores amantes de la novela negra nórdica