Clásico multicitado y a menudo mal comprendido, El arte de amar ha sido leído como la obra irónica que sin duda su autor visualizó, pero también ha sido objeto del horror y la censura ante el supuesto poder de corrupción de su mensaje, en fechas tan recientes como la primera mitad del siglo XX.
En abierta sátira de la tradición de poesía didáctica de su época, Ovidio escribe un breve tratado que no apunta hacia el mejor comportamiento moral de sus lectores, sino a las técnicas ideales para conseguir mujeres, seducirlas y disfrutar el acto amoroso lejos del vínculo legítimo del matrimonio. A través de los siglos, en sus versos se conserva intacto el talento de Ovidio para retratar las costumbres y actitudes de la Roma imperial, así como el gozo de hablar sobre esa emoción que nos complace y perturba por igual: el amor.