Catálogo de exposición en Palacio Velázquez (MNCARS). La obra de Leon Golub presenta un reto al modelo dominante de desarrollo del arte después de 1950. Ajeno a la experimentación de los medios que ha caracterizado la producción artística de estas décadas, su trabajo plantea una renovación pictórica en la que géneros que se pensaban agotados, como la pintura de historia o el retrato, vuelven a tener una capacidad expresiva y crítica inesperada.
Su evolución resulta por igual un tanto paradójica, motivando que el debate entre abstracción y figuración deje de tener sentido: su estancia en París junto a su compañera, la artista Nancy Spero, desarrollada entre finales de los cincuenta y principios de los sesenta, se caracteriza por seguir las pautas del informalismo abstracto de Michel Tapies o de Jean Dubuffet, evolucionando hacia espacios en los que la obra progresivamente va ocupando el realismo más traumático.