Podría parecer innecesario denunciar una vez más el absurdo de un mercado omnisciente, omnipotente y autorregulador.
La presente obra, sin embargo, demuestra que este aparente caos procede de una racionalidad cuya acción es subterránea, difusa y global. Dicha lógica construye y define la esencia del neoliberalismo.
Al explorar su génesis doctrinal, los autores despejan numerosos malentendidos: no se trata de un retorno al liberalismo clásico, ni un retorno a un capitalismo «puro», y sostener este contrasentido es no entender sus nuevos rasgos.
Por múltiples vías, el neoliberalismo se ha impuesto como la nueva razón del mundo, que hace de la competencia la norma universal de los comportamientos, sin dejar intacta ninguna esfera de la existencia humana. Una lógica tan corrosiva erosiona hasta la concepción clásica de la democracia, e introduce formas novedosas de sujeción que constituyen, para quienes las rechazan, un desafío político e intelectual inédito.
Sólo entendiendo esta racionalidad se le podrá oponer una verdadera resistencia y abrir la puerta a otro porvenir.