«Sandy apenas es una fobia. Como dice Lacan […], es un inicio de fobia. Es un esbozo. Hubiera podido ser una fobia y luego, antes de fulgurar, desaparece, se apaga. Para emplear otra metáfora, es una fobia que no cristalizó. Podemos preguntarnos por qué. ¿No hay que buscar la razón quizás en el hecho de que tiene a Anneliese, esa madre sustituta, siguiéndola de cerca? En cuanto una pesadilla la despierta y le da por llorar antes de volverse a dormir, […] está ahí y empieza a anotar, día a día, todos los hechos.»