El autor intenta documentar científicamente los sucesos que se mencionan en la Biblia, con el propósito de responder a la pregunta que cualquier cristiano del siglo XXI no puede evitar hacerse: ¿qué es verdad en la Biblia?
Según la Biblia, hace unos cuantos miles de años la serpiente prometió a nuestros padres que, si comían una fruta, serían como dioses, conocedores del bien y del mal. La historia, ya sabemos, acabó en desgracia, pero las ganas de saber y la curiosidad por lo que nos rodea siguen tentándonos. Todavía hoy, abriendo ese libro, uno puede caer en preguntarse... ¿esto del gigante Goliat podría haber sido verdad? ¿Y el diluvio universal? ¿Y las siete plagas? O, ya puestos, ¿qué tomó san Juan antes de escribir el Apocalipsis?
Así, leyendo la Biblia con microscopio, el genetista y biólogo Steve Jones aplica la ciencia moderna a los relatos bíblicos, y el resultado es un libro profundamente esclarecedor, lleno de curiosidades humanas y científicas. Una obra que no enfrenta la ciencia y la creencia, sino que las sitúa como modos distintos de analizar la realidad, el pasado, lo que nos rodea, lo que sabemos y lo que no sabemos.