Un libro tan premiado como leído en su Suecia natal, donde se le ha llamado hipnótico y al que, según sus lectores, que ya suman centenares de miles, es imposible resistírsele
'A cada momento seguimos vivos' se resiste a la sinopsis y al lugar común aunque en principio sea un libro de duelo, porque en él se cuenta la muerte de varias personas. Esta novela se impone como un caso singular, al que por cierto no le falta humor si bien lo que cuenta es una tragedia, como tampoco le falta el aliento de un superventas sin que haya en él una sola imagen trillada.Una tragedia, decíamos, y también la propia redención de Tom Malmquist, poeta, escrita por otro Tom Malmquist, poeta y fingidor que ha decidido firmar una novela. Porque claro que este libro es la elaboración de un duelo, al tiempo que es una constatación vitalista de lo que dice su título.
Cuantos más libros se publican y más historias se cuentan, más se buscan autores que prometan dar más que mera ficción. Queremos libros hechos de vidas El valor del libro de Malmquist es precisamente que retiene un trozo de auténtica presencia humana, cuidadosamente preservada por el autor sin ser propia. Ian Sansom, The Guardian