No es fácil relatar la vida cotidiana en uno de los países más hostiles del mundo. Sobre todo porque en ese país no hay internet, no llegan los medios de comunicación, no se permite la entrada a los extranjeros, y se ejerce la dictadura más férrea y autoritaria del mundo, con la población sometida a los dictados de un Querido Líder, paternal y divino, cuya estatua gigante adorna cada esquina.
Barbara Demick ha escrito este libro a partir de seis largas entrevistas a disidentes o exiliados norcoreanos que consiguieron escapar de Corea del Norte. Gracias a sus voces el lector puede asomarse a un país que en la década de 1990 “se cayó” del mundo desarrollado, que ha padecido una terrible hambruna y padece aún un lavado de cerebro colectivo. Este es un libro emocionante, a veces angustioso, a veces surrealista: una historia “no oficial” escrita por sus protagonistas. Fundamental para entender los mecanismos del absolutismo, y para asomarse a un extraño país que cobra en nuestros días especial importancia en el panorama internacional.